Fortalecer las organizaciones comunistas para reforzar la independencia política de la clase obrera

Fortalecer las organizaciones comunistas para reforzar la independencia política de la clase obrera

Posición de EKB ante las elecciones generales del 23 de julio.

Nuestra concepción es que los esfuerzos deben dirigirse prioritariamente, y eso significa hoy más que nunca, casi exclusivamente, al trabajo organizativo y propagandístico, a la batalla de las ideas, al refuerzo numérico y político de las organizaciones, a su consolidación material y económica, a su funcionamiento regular.

Participación o boicot

La primera cuestión a analizar en el terreno electoral es la de su utilidad o eficacia. Los comunistas no abordan este asunto dogmáticamente, con una posición prefabricada a aplicarse siempre y en todo lugar. La participación electoral es uno de los aspectos de la actividad política, entre otros.

Por eso, en ocasiones (dependiendo de las circunstancias, mayoritariamente), procederá la participación electoral o bien el llamamiento al voto en un sentido determinado.

Pero también puede ser procedente el llamamiento al boicot electoral (abstención, voto nulo…) en función de la situación del momento o de las condiciones en que tengan lugar las elecciones, o de su ámbito, etc.

En las circunstancias actuales, la situación del movimiento comunista en España es tal, que su participación electoral es, en la práctica, inviable.

Aunque se pueda llegar a formar algunas candidaturas aquí y allá, ello no tendrá ningún impacto ni sobre el curso de los acontecimientos, ni en el refuerzo de las organizaciones comunistas. No por ello criticamos a quien considere que dicho trabajo, que supone un gran esfuerzo organizativo e incluso económico, merece la pena para difundir sus posiciones o, al menos, su existencia.

Nuestra prioridad: reforzar el MCE

Nuestra concepción es que los esfuerzos deben dirigirse prioritariamente, y eso significa hoy más que nunca, casi exclusivamente, al trabajo organizativo y propagandístico, a la batalla de las ideas, al refuerzo numérico y político de las organizaciones, a su consolidación material y económica, a su funcionamiento regular.

Nuestro movimiento tiene numerosos problemas de gran entidad que deben abordarse para estar en condiciones de plantear batallas que podamos, si no ganar, al menos sostener.

En tales condiciones, entendemos que no es posible ni, por ello, deseable, la participación electoral.

El clima político del país requeriría ciertamente la presencia de una fuerza comunista en este terreno, puesto que posiciones políticas y propuestas concretas no faltan; no es ése el problema. Pero esto es así desde hace mucho, y sigue sin resolverse.

Nuestra organización no es un partido político, sino que tiene forma de asociación, y por ello, su trabajo no se plantea directamente desde este punto de vista. Esto se debe precisamente a que consideramos que no nos es posible y así ha sido por bastante tiempo, y nos tememos que lo seguirá siendo durante un periodo indeterminado, que ojalá sea más breve que largo.

En cuanto a llamar a un voto determinado, esto es algo que en unas elecciones generales tiene únicamente dos posibles sentidos. Uno, apoyar a una fuerza, comunista o al menos progresista claramente revolucionaria, que plantee medidas y políticas socialistas, incluso reformistas, pero firmes y que permitan avanzar en construir la alternativa comunista, combatir la fascistización eficazmente, dotar a la clase obrera de independencia política respecto de los partidos de la burguesía y la pequeña burguesía, contribuir a su elevación y esclarecimiento ideológicos, etc. Otro, el famoso “voto útil” como mal menor, supeditado a la fuerza predominante de “izquierda”, apoyando así a una fuerza ecléctica, oportunista y que no tiene entre sus objetivos los que antes mencionábamos, ni mucho menos; todo ello con el único fin de que no gane esas elecciones la derecha aliada al fascismo.

Es evidente que no nos hallamos en el primer caso. Si bien, algunas de las propuestas y medidas planteadas por algunas candidaturas nos pueden parecer, naturalmente, positivas en esta línea, entendemos que nos hallamos en el segundo caso, en el cual, diversas fuerzas que han venido apoyando al Gobierno saliente del PSOE, se ofrecen nuevamente como apoyo de éste.

En Euskadi y Navarra, además, existe el trasfondo del posible “sorpasso” al PNV por parte de una de esas fuerzas.

A modo de conclusión

  • Que no se presenta ninguna candidatura comunista como tal, que represente nuestras posiciones políticas cabalmente en estas elecciones, aunque existan candidaturas aisladas de tal carácter, que no tienen ninguna posibilidad;
  • Que el ámbito electoral estatal es particularmente desventajoso, a diferencia de, por ejemplo, el municipal;
  • Que las candidaturas reformistas que se presentan, como Sumar o EH Bildu principalmente, representan menos todavía nuestras posiciones desde un punto de vista político general o ideológico;
  • Que de dichas candidaturas nos separan, además, aspectos más profundos aún que respecto de algunas de las citadas candidaturas comunistas;
  • Que lo que está en juego, a fin de cuentas, son cuestiones de menor importancia (que, sin embargo, no negamos), pero seguirá habiendo un Gobierno sometido principalmente a la influencia e incluso la dirección del gran capital y especialmente de sus organizaciones transnacionales como la UE o la OTAN;
  • Que, a nuestro juicio, es necesario salir del ciclo de debate ideológico (si se puede llamar así) impuesto por la infiltración del enemigo de clase, consistente en fomentar todo tipo de desviacionismos que eludan la cuestión de clase y agitar también todo tipo de conflictos en planos ajenos a ésta, o en todo caso colaterales, todo lo cual, es imposible en este marco;
  • Que, por desgracia, la necesidad del trabajo político y organizativo mencionados antes persiste, y no se solucionará ni de lejos con estas elecciones;

Por todas estas razones la participación electoral en estas circunstancias está fuera de lugar.

En última instancia lo correcto sería llamar a la abstención o el voto nulo o en blanco, dependiendo de lo que con ello se quisiera manifestar en el plano electoral. Pero esto también nos tememos que resultará completamente ineficaz, incluso en el caso, improbable, de que llegara a tener alguna incidencia.

Independencia de la clase obrera

Desde EKB, por lo tanto, sólo podemos transmitir a la clase obrera, trabajadores y trabajadoras, empleados y autónomos, pequeños empresarios y propietarios agrícolas, sectores antimonopolistas en general, que, en primer lugar, se abstengan de dar su voto a las candidaturas que representan y defienden al gran capital y sus estructuras internacionales, lo que obviamente incluye al PSOE además de al PP, el PNV o los reaccionarios de Vox.

En segundo lugar, valoren según sus preferencias particulares, si las fuerzas reformistas que en este momento se presentan en apoyo de tal candidatura que hoy ostenta el Gobierno, serán capaces al menos de moderar los rasgos más negativos de dicho partido y Gobierno, y por ello puede ser oportuno darles su voto, siendo conscientes de la situación y de que esto en realidad no supondrá un cambio sustancial o radical.

 En tercer lugar, que si deciden a pesar de todo, y más en las presentes condiciones de vacaciones veraniegas para muchos, abstenerse o no votar a ninguna de las candidaturas, ello no signifique situarse en la pasividad, el derrotismo, o el cinismo político, sino que entiendan que las circunstancias que hemos trazado pueden cambiar precisamente con su contribución y su participación política, social, cultural, organizativa: sumándose a organizaciones como EKB, asociaciones culturales que realicen un trabajo ideológico revolucionario, sindicatos obreros, etc.

No es el abstencionismo lo que predicamos. Al contrario, es la actividad política independiente de la clase obrera, que es lo que nos falta y lo que nos lleva a depender una y otra vez de los proyectos políticos, en el mejor de los casos, de la pequeña burguesía, y en el peor, de la pequeña burguesía proletarizada de la mano de la gran burguesía que mueve los hilos, esto es, el fascismo.

Este es un gran riesgo que ya se está viendo claramente y que para muchos justificará ese “voto útil”. Lo que nosotros decimos es que el voto “útil” no “parará a la derecha”. Lo que parará a la derecha y a la reacción es la organización y la actividad política independiente de la clase obrera.

Euskal Komunisten Batasuna

Bilbao, 17 de julio de 2023

DOCUMENTO

EKB

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