El imperialismo aliado en la OTAN apuesta por la guerra. La clase trabajadora quiere paz y prosperidad.
12 M: HOY COMO AYER, NO A LA OTAN Y A SUS GUERRAS
IMPERIALISTAS
Varias organizaciones hemos suscrito un manifiesto a cuenta del 39 aniversario de la entrada definitiva de España en la OTAN. El próximo 12 de marzo hay convocada una manifestación desde la Plaza Elíptica de Bilbao a las 19:00 horas.
PARAR A LA OTAN PARA VENCER AL IMPERIALISMO
El referéndum sobre la integración de España en su estructura militar cumple 39 años. El mismo, celebrado un 12 de marzo, supuso el voto afirmativo del 52,54% de la ciudadanía del país con tal derecho, con algo menos de un 60% de participación. En Euskadi y Navarra, así como en Canarias y Cataluña, ganó el NO.
Estos resultados y sus contrarios no tienen la más mínima importancia. La opinión popular poco importa cuando la burguesía debe conseguir un objetivo estratégico. El capitalismo español, monopolista, toma la forma de imperialismo con la participación de vascos y catalanes en el saqueo y rapiña de recursos y mano de obra en todo el Mundo. Por eso el Estado español debía entrar en la OTAN, brazo armado para controlar mercados y recursos en beneficio de los capitalistas aliados. Y así lo hizo.
Los capitalistas de la OTAN buscan escapar de su crisis promoviendo el militarismo, aumentando el gasto militar y fomentando la industria armamentística. De manera subalterna a EE. UU., la Unión Europea plantea aumentar su gasto en “defensa” e, incluso, crear su propio ejército. Todo ello es contrario a la Paz y la Prosperidad colectiva y busca elevar la confrontación internacional.
Los imperialistas no dudan en utilizar la guerra cuando lo necesitan. Así lo vemos en Ucrania u Oriente Próximo. Para eso los estados sí que tienen dinero. No así, al parecer, para responder a las necesidades de su población: educación, sanidad, ciencia, vivienda o alimentación. Quien vive de su trabajo rechaza esto. Urge romper con las mentiras y la propaganda sobre un enemigo que no existe, y sobre la comunión de intereses de unas clases sociales y otras.
UNIDAD DE CLASE, CONTRA CLASE
Una política efectiva sólo puede ser buscar la unidad de la clase trabajadora sin distinción, contra los capitalistas locales, la industria de la muerte y los partidos de la guerra. Absolutamente todos los partidos del arco parlamentario se han posicionado contra la clase trabajadora. Han aplaudido y defendido toda clase de regímenes nazi-fascistas, sionistas e islamo-fascistas al servicio del imperialismo. Especialmente insultante es el papel de las izquierdas sistémicas regionales y estatales. Quienes utilizan a la clase obrera para reforzar las posiciones de la burguesía deben ser combatidos.
Nos alineamos con quienes reclaman el fin de la escalada armamentística, las intervenciones militares y de las sanciones a otros países, pues esto sólo significa colosales beneficios para la oligarquía, el empobrecimiento de las clases populares y recorte de derechos. Así, nos unimos al reclamo de un sistema de seguridad colectiva basado en el desarme y la relación pacífica y justa entre todos los países.
La consigna sigue siendo la misma de siempre: ¡Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases!.
