Según la campaña de Diputación de Bizkaia para este 25 de noviembre, las mujeres necesitamos ‘Tíos buenos’. Y remarcamos lo de campaña, porque para las instituciones burguesas, la política es una sucesión de campañas publicitarias que han de superar satisfactoriamente. Con buenas cifras y un buen puñado de votos a poder ser.
Mientras, en el mundo real, fuera de sus estrategias de marketing y burguesitas empoderadas, las mujeres trabajadoras seguimos siendo apaleadas, humilladas, sexualizadas, repudiadas, asesinadas, prostituidas y explotadas. Rodeadas “tíos buenos” envueltos en la bandera arcoíris pertenecientes a las clases privilegiadas que creen que pueden comerciar con nuestros úteros. De feministas con discursos esencialistas que agreden y acosan a mujeres trans, porque son tan misóginas como aquellos que dicen combatir, y reducen a la mujer a un útero con patas. De jueces que se amparan en teorías reaccionarias y son capaces de dejar a niños inocentes en manos de maltratadores y abusadores sexuales.
Estos son nuestros tíos buenos y nuestras mujeres empoderadas, que exudan sororidad y aires de emancipación.
Nos piden ayuda para romper el techo de cristal, porque saben que seremos nosotras quienes limpiaremos su mierda después, y a eso aspiran.
Reivindican la liberación sexual mediante la prostitución, porque ellas son las escort de lujo y nunca las que tienen que hacer la esquina para no morir de hambre. Omiten que por cada puta liberada, existen cien esclavas de trata.
Si buscan tíos buenos que echen un vistazo en Tinder. Nosotras necesitamos compañeros que nos traten con respeto y que luchen a nuestro lado. Se vienen tiempos difíciles, pero nos tendrán en frente, organizadas en pie de guerra.